Apertura a la trascendencia: "Revelación y
fe"
Para
el ser humano la madurez se asocia con el desarrollo y funcionamiento de los
órganos sexuales, mientras que para la psicología no hay una edad concreta que
asegure la madurez emocional; pero se consigue a través de la experiencia y el
aprendizaje recibido en el transcurso de la infancia y la juventud que se
alcanza con el paso del tiempo.
Con
la evolución del término a través de la historia de la psicología, se concibe a
la madurez como el logro de la integración personal, el equilibrio psicológico,
capacidad adecuada de afrontar los problemas que se te presentan a lo largo de
la vida y es un proceso de constante maduración, ya que todos los días te
enfrentas a nuevas experiencias que deben ser consideradas lecciones de vida y
aprender de ellas.
Por
lo que podemos decir que la madurez no es más que el equilibrio que puede
alcanzar el hombre cuando se enfrenta a cualquier situación.
¿Cómo sé si soy maduro o no? Para Freud “la madurez es la capacidad de amar y trabajar en libertad, o la capacidad de resolver conflictos internos, principalmente inconscientes, que impiden amar y paralizan o dificultan toda capacidad productiva.”
¿Cómo sé si soy maduro o no? Para Freud “la madurez es la capacidad de amar y trabajar en libertad, o la capacidad de resolver conflictos internos, principalmente inconscientes, que impiden amar y paralizan o dificultan toda capacidad productiva.”
La
madurez es la confrontación que tiene todo individuo consigo mismo en el
proceso de formación de su propia personalidad individual y dentro de la
sociedad.
La
madurez es un proceso de crecimiento personal ligado al crecimiento físico, por
eso se dice que se deben vivir los momentos de la vida de acuerdo a su edad y
no adelantarse al proceso natural, porque todas las experiencias vividas como
niños y como jóvenes son importantes para el desarrollo emocional y racional
del individuo. Se deben crear lazos de confianza y ganas de vivir en un mundo
feliz, para que el niño crezca con seguridad. El crecer en un hogar fundado sobre
valores morales, unión familiar y amor garantiza un futuro hombre con
personalidad y con principios fuertes, capaz de decidir por él mismo, puesto
que ha desarrollado un carácter propio y no se va a dejar influenciar por
terceros.
Los
seres humanos somos seres de sentimientos que respondemos a diferentes
situaciones con el efecto de acción reacción, por ello el alcanzar un nivel de
madurez con lleva tiempo porque no es fácil mantener todos estos sentimientos
en equilibrio sin que nos afecten tanto física como emocionalmente, en el
ámbito profesional y personal. Este proceso trabajado con buenos métodos de
motivación y autoestima ayuda al hombre al desarrollo personal que es una de
sus principales metas en la vida, que le permite estar sano y feliz.
Sin
duda alguna la madurez humana es un proceso físico y emocional, que debe ir
ligado de la madurez religiosa porque se busca una estabilidad y seguridad; ya
que Dios quiere la felicidad para cada ser humano y está presente en nuestras
vidas para recordarnos que aún con nuestras imperfecciones, somos perfectos
para él y nos ama como somos, así que una de las partes importantes en el
proceso de madurez es aceptarte y amarte tal y como eres para que los demás lo
hagan.
La
madurez religiosa es poder aceptar esa relación con Dios, ser dócil ante su
voluntad, estar consciente de que naciste con un propósito, que el tiempo de
Dios y sus designios son perfectos, él sabe por qué, cuándo y cómo hace las
cosas; es aceptar a Jesucristo como su Salvador. La persona renace en el
Espíritu Santo y escoge vivir en Cristo, es tratar de encontrar a Jesucristo en
cada una de las personas que nos rodea día a día, es un proceso constante de
salvación y purificación de nuestro espíritu, amar al prójimo sabiendo que son
la manifestación de Dios, estar conscientes de proteger y ayudar a los más
débiles, a los pobres y recordarles el gran amor que Dios les profesa.
También es muy importante ser
conscientes que no sólo tenemos una meta de desarrollo personal, sino también
una de desarrollo espiritual que es anunciar y llevar ese mensaje de amor y paz
al mundo transmitiendo esperanza, respetando las otras creencias religiosas. Nuestro
deber como cristianos es vivir para los demás, ofreciendo un ejemplo de vida.
Como cristianos aceptamos que
somos pecadores y hemos reconocido el sacrificio de Jesús para cubrir nuestras
culpas procurando hacer la voluntad de Dios.
El ser cristianos es reconocernos
perdonados por todos nuestros pecados y en el momento que caigas vas a tener
las fuerzas suficientes para retomar el camino y no cometer el mismo error, el
cristiano teme a Dios es porque reconoce su grandeza y su amor.
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