La cultura hace
referencia a nuestro ser, se trata de construir nuestra forma de ser y de
vivir. La cultura crea un lazo de solidaridad con la comunidad; son vivencias
que tienen historias. Muchas culturas se han caracterizado por ser exclusivas,
mantenerse en lugares específicos, mientras que otras han buscado expandirse; y
luego de un tiempo han muerto.
Entonces podemos decir
que la cultura es el conjunto perfecto de conocimiento, arte, creencias, ley,
moral, costumbres, tradiciones, hábitos y habilidades que ha adquirido el
hombre no sólo en familia, sino también en sociedad. Su característica
principal es la capacidad que tiene el individuo de responder al medio y sus
modificaciones a través de los años, ya que pasan de una generación a otra,
donde se transforma, se pierde e incorporan aspectos que buscan mejorar las
vivencias de las nuevas generaciones.
La cultura va más allá
de las fronteras, ya que está influenciada por factores como pueblos que han
pasado por un país, música, danza, forma de vestir, tradición, arte, religión,
etc. Nos encontramos una misma cultura en diferentes países y diferentes
culturas en un mismo país.
Este concepto de
cultura está en constante evolución, porque se ve influencia con el tiempo por
nuevas formas de pensamiento a través del desarrollo humano.
La
ética estudia la moral y determina cómo deben actuar los miembros de una
sociedad; mientras que se puede decir que la globalización consiste en la
integración de diversas sociedades internacionales en un único mercado
capitalista mundial, propone una forma de vida asociándose a lo ético.
El punto central de la globalización es lo económico se desvaloriza al ser humano,
condenando a los pueblos a pobrezas extremas por un sistema que no se preocupa
en lo mínimo por las necesidades humanas. Siendo así una de las grandes
debilidades de la globalización la violencia creada por la injusticia.
Al
crear culturas internacionales o globales, las personas pierden su historia,
tradición y las raíces de sus orígenes convirtiéndose en seres individuales y
anónimos dejando de lado lo ético. Si
decides formar parte de esta nueva cultura puedes olvidarte de tus principios o
de tu propia cultura, por el simple hecho de querer formar parte de este mundo
aunque lleves una vida vacía.
Nunca
debemos olvidar que la cultura es un derecho individual y social, tomando en
cuenta problemas importantes como educación, la política, la espiritualidad, la
ecología, los asuntos familiares, la comunicación, las economías alternativas,
los problemas y derechos de las mujeres, los derechos humanos, etc y encontrar
soluciones positivas para mejorarlos.
Hay que reconocer los aspectos negativos de la cultura global y rechazarlos, reconocer los aspectos positivos de la cultura occidental para rescatarlos, re valorar las tradiciones y ponerlas en práctica y a dialogo entre las diversas culturas, pero sobre todo hay que reconocer la diversidad cultural.
En
las diversas culturas podemos encontrar textos donde resaltan la igualdad entre
los hombres sin importar su estatus social, sólo se diferencian uno de otros
por su conducta moral. Recalcando el dicho “No hagas a otro, lo que no te
gustaría que te hicieran.”
La
ética de las culturas debe estar basada en los derechos humanos, que deben ser
expresión de las aspiraciones culturales como su forma de vivir, la justicia,
fraternidad, solidaridad; respetando la dignidad humana buscando la equidad, erradicando la pobreza y crear una aspiración en búsqueda de la felicidad para
todos.
No
hay que duplicar las normas o leyes; hay que lograr que todos los pueblos se
sientan reconocidos y respetados.
Llevar
una vida con ética no es fácil ya que debes romper con los paradigmas de una
nueva sociedad que está basada en tendencias inmorales e injustas donde se
olvidan que todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y merecemos ser
libres de expresarnos, elegir nuestra forma de vida, que religión profesar,
nuestra forma de vestir o incluso que tipo de música queramos escuchar sin ser
juzgados o maltratados.
Una persona con ética es
aquella que actúa en función de sus valores buscando siempre hacer el bien, sin
afectar a alguien y anteponiendo siempre su integridad. Para lograr ser una
persona ética debemos estar bien con nosotros mismos y respetarnos sino no
podremos respetar a los demás y muchos menos darnos a respetar por la sociedad.
La persona ética no vale por
como se ve físicamente, o por sus bienes materiales, si es influyente o no,
esta persona vale por su forma de ser; está conforme con lo que tiene se
muestra siempre humilde y busca tener buena relación con la gente que lo rodea
por lo que sabe trabajar en equipo y reconoce el buen desempeño de los que
laboran en su equipo de trabajo.
Una
persona con ética siempre será un ser humano que hace la diferencia, luchará
por sus principios y creencias buscando cambios favorables para su vida y para
la sociedad.